loooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooQ Centro Peruano de Teoterapia Integral <br> Centi - Trujillo: enero 2006

Centro Peruano de Teoterapia Integral
Centi - Trujillo

Centro Peruano de Teoterapía Integral (CENTI) es una asociación cristiana no lucrativa que promueve la personal relación con Dios por la fé en su HIJO JESUCRISTO y la solución permanente y eficaz que El da a los conflictos de la personalidad. Promovemos la formación de líderes con sólidas bases cristianas, que sirvan activamente en la transformación de un medio con enormes necesidades.


Versículo de Hoy,

domingo, enero 15, 2006

Rayces, Módulo 3

Serie CONQUISTA
Dr. Jimmy Chamorro Cruz


Aplicación Teoterápica

Centi 2006 Año de las Rayces y ConquistaLa necesidad más grande de la Iglesia de Cristo, hoy, es volver a sus raíces. Son muchos los cristianos que niegan sus raíces espirituales, por lo que han caído en envanecimiento, soberbia y confusión.
Mucha gente dice “yo soy de Cristo”, pero no tienen raíces, por lo tanto se quedan como personas “religiosas”; no entienden su identidad, y no disfrutan de su linaje y herencia. Muchos cristianos desorientados andan buscando paternidad y a quién imitar. Al no entender su herencia como hijos del Pacto y la Promesa, viven en estancamiento, en esclavitud, sin visión de Dios y todo se les vuelve una carga. Si no hay raíces, no hay identidad, no hay proyección, no hay futuro.


Cuando recibimos a Jesucristo, le pusimos punto final a nuestro pasado real; como si nunca hubiera existido. Volver a nuestras raíces es entender que nuestro pasado “real” ya está cubierto por la sangre de Cristo, y Dios no se acuerda de él. Nuestro pasado verdadero es que descendemos de Abraham, y el Pacto que Dios hizo con él lo ha hecho también con nosotros como Pacto perpetuo. El Dios Omnipotente que se le apareció a Abraham, el único y verdadero, es también nuestro Dios. Este es el verdadero sentido de 2 Corintios 5:17. Si nacimos de nuevo, “Alguien” nos engendró y nos dio identidad y apellido. Somos la rama injertada en el olivo, el cual se alimenta de una raíz santa: la descendencia de Abraham.

Como familia de la Cruzada Estudiantil y del CENTI, hemos recibido un legado Gran comisionista de 40 años, de nuestro padre en la fe. Él descubrió en la Biblia que era hijo de Abraham y se apropió de la promesa de ser padre de multitudes; por eso para entender este legado necesitamos volver a nuestras raíces Abrahámicas.
Pero, ¿quiénes pueden cumplir la Gran Comisión? Según la Palabra de Dios:
  • Los que tengan claras sus raíces

  • Los que son hijos de Abraham

  • Los que tienen descendencia y dejan un legado.

El hombre de pacto no tiene otra alternativa que crecer y multiplicarse. Independiente de la s circunstancias, de la enfermedad, del entorno, no tenemos justificativo alguno, porque el Dios todopoderoso es el que nos ordena crecer y multiplicarnos. El hombre de Pacto sabe que su opción no es decidir sino obedecer. Dios no le dio opción a Abraham de escoger; simplemente le notificó que lo iba a bendecir y que él sería de bendición. Dios no necesita pedirle permiso a un hombre de Pacto. Dios ya decidió amarnos y bendecirnos a donde quiera que vayamos. Pero, cada hijo de Dios deberá escoger con qué herencia vivir: ¿la herencia de Ismael, sinónimo de esclavitud, esterilidad y carga?, o, ¿la herencia de Isaac, solícitos en alcanzar las promesas, imitando la fe y la paciencia de nuestros padres?


RAÍCES, Módulo 3 Serie CONQUISTA
Dr. Jimmy Chamorro Cruz

Frases Claves

Centi 2006 Año de las Rayces y Conquista
La pregunta que necesitamos hacernos hoy, es: ¿Dónde estamos enraizados? ¿Qué legado estamos dejando?
Sólo si tenemos claramente definidas nuestras raíces, tendremos suficiente claridad para visualizar y planificar el futuro. Sólo quien esté enraizado, podrá vivir como hijo del Pacto, disfrutando la bendición, fructificándose y multiplicándose conforme a la promesa dada a Abraham.


  • Abraham no puso sus ojos en la tierra sino en Dios. Sabía que donde él fuera, Dios le bendeciría y él sería de bendición.

  • Por encima de todo está la vida de fe.

  • Un hijo del Pacto depende de Jehová como Proveedor.

  • Lo que su padre hizo con él, Isaac lo hizo con su hijo Jacob (Gén 28:1-4)

  • Solo la bendición y el poder del Dios de Abraham puede volvernos multiplicadores.

  • Si Dios en sueños dice algo distinto a lo que le ha dicho a nuestros padres, esos sueños no son de Dios.

  • Dios da visiones únicamente a los que tienen comunión con el Dios de sus padres.

  • La palabra Omnipotente siempre está ligada al Dios de nuestros padres.

  • Sólo si volvemos a nuestras raíces, aprenderemos a tener temor de Dios.

  • Donde quiera que vaya un hijo del Pacto, la tierra destila leche y miel.

  • Si tenemos temor de Dios, podemos acercarnos a él con toda libertad, haciendo memoria de las promesas dadas a nuestros padres.

  • Dios siempre oye la voz del que clama al Dios de sus padres.

  • Un hijo de Dios que vive con amargura, es porque no tiene claras sus raíces espirituales, y vive su pasado “real” y no su pasado “verdadero”.

  • Volver a nuestras raíces implica disfrutar del gozo del Señor.

  • Entre más nos enraizamos, más fruto llevaremos.

  • La negligencia no activa la mano de Dios Omnipotente, pero la diligencia es grandemente recompensada.

  • Cuando la vida de un hijo de Dios adolece de poder y victoria, es porque no está invocando al Dios de sus padres.

  • Es evidente, entonces, que el fruto revela la verdadera raíz.

  • Es imposible que seamos “padre de muchas gentes” viviendo bajo la lógica y calculadoramente. Como Abraham, estamos llamados a vivir por fe.

  • Los que son de fe, son bendecidos con el creyente Abraham.


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