loooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooQ Centro Peruano de Teoterapia Integral <br> Centi - Trujillo: El General de Cristo

Centro Peruano de Teoterapia Integral
Centi - Trujillo

Centro Peruano de Teoterapía Integral (CENTI) es una asociación cristiana no lucrativa que promueve la personal relación con Dios por la fé en su HIJO JESUCRISTO y la solución permanente y eficaz que El da a los conflictos de la personalidad. Promovemos la formación de líderes con sólidas bases cristianas, que sirvan activamente en la transformación de un medio con enormes necesidades.


Versículo de Hoy,

domingo, agosto 21, 2005

El General de Cristo



El general de Cristo

El comandante del Ejército, Reinaldo Castellanos, es el primer oficial no católico en llegar a la cúpula. CAMBIO cuenta la historia.

"Voy a contarles una anécdota personal: Yo era comandante de la brigada 13 y teníamos un combate en la vía al Llano, en Guayabetal. Me encontraba en una reunión en la sala de conferencias de la brigada y con un radioteléfono a mi lado. De pronto escuché que un mayor, comandante de un batallón contraguerrilla, estaba desesperado dando órdenes. Me puse en comunicación con él y le pregunté ‘¿qué pasa?’. Me dijo que se sentía copado por el enemigo, que un grupo de las Farc lo tenía acosado y que habían sido disparados cohetes contra los tanques dispuestos en la carretera.
Me retiré de la sala de conferencias y me dirigí a mi habitación a orar: ‘Señor, pongo esta situación en tus manos. Ayuda a este comandante, que es mi subalterno, soldado tuyo’. Salí de la habitación y el mayor seguía muy angustiado. Le hablé en voz muy alta por el radio: ‘Usted tiene que creerle al Señor porque él está ahí con usted, delante de sus tropas. Usted tendrá la victoria en ese combate’.

"Todos los días leo la Biblia. Ahí está la verdadera enseñanza de Dios. Vivo pegado de la Santísima Trinidad y todos los días pido que me dé sencillez y humildad." General Reinaldo Castellanos

Regresé a la habitación y dije: ‘Señor, la situación está arreciando, hay más desventaja todavía’. Me tiré al suelo y dije: ‘Señor, yo hasta aquí llego, me rindo a tus pies porque no quiero ver ese batallón derrotado’. Y sucedió algo maravilloso: de un momento a otro empezaron a retirarse los tres grupos de enemigos que había allí. Total, la ventaja después fue nuestra. Quería compartirles algo especial que el Señor hizo allí, ante un clamor nuestro".

Este relato lo hizo el general Reinaldo Castellanos, comandante del Ejército, a cerca de 300 espectadores quienes, tras oírlo con respeto, aplaudieron con entusiasmo. Pertenecen a la Red Nacional de Cristianos de la Fuerza Pública que, como cada domingo, se había congregado en la sede que les presta una iglesia cristiana en Bogotá. Minutos antes, el General había leído e interpretado algunos pasajes de la Biblia en referencia al liderazgo de Jesús y su vocación de servicio.

El general Castellanos es el primer comandante no católico que ha tenido el Ejército en sus 186 años de existencia, un hecho muy significativo, sobre todo si se tiene en cuenta que el Ejército, de raíces conservadoras, ha sido por tradición una fuerza de profundas convicciones católicas.

La conversión
No fue camino de Damasco, como San Pablo, donde el general Castellanos vio una nueva luz. Sucedió después de un viaje a Israel, a comienzos de los años 90, cuando de nuevo en Colombia fue enviado a Santa Marta para hacerse cargo de la jefatura del Estado Mayor de la Primera División del Ejército. "Cuando empezó su carrera militar en los años 70 y se hizo subteniente, él era católico –cuenta el general (r) Juan Salcedo Lora–. Pero años después encontró una iglesia que lo llenó más y tomó ese camino. Eso me parece normal".

"No soy rezandero. Tengo otra manera de comunicarme con Dios: oro, que es distinto. Me pusieron a ganar la guerra y en eso estoy." General Reinaldo Castellanos

Castellanos conoció en Santa Marta al misionero Iván Prieto, de la Cruzada Cristiana Estudiantil y Profesional de Colombia, una organización religiosa fundada en Cali por el pastor Néstor Chamorro Pesantez, padre del hoy senador Jimmy Chamorro. El contacto con Prieto fortaleció las creencias religiosas del Oficial que, poco a poco, se fue interesando por la Teoterapia, una modalidad de consejería definida como cristocéntrica y bibliocéntrica, y que, según sus seguidores, "es una mezcla de psicología y palabra de Dios" (ver recuadro).

Por esta vía, Castellanos conoció al congresista Jimmy Chamorro, elegido en varios periodos por el movimiento Compromiso Cívico Cristiano con la Comunidad, C-4, quien asegura que el General "tiene principios y convicciones muy arraigadas que para nada erosionan las decisiones profesionales debe tomar". Y agrega el senador: " Siempre que está en un momento difícil acude a su fortaleza espiritual".

General tropero

El ascenso del general Castellanos al comando del Ejército en noviembre de 2004 por decisión del presidente Uribe, no fue precisamente producto de sus creencias religiosas ni de su condición de soldado de Cristo. Fue por una brillante hoja de vida al servicio del Ejército, en la que registra éxitos como comandante de la brigada 13, de la V División –ambas con jurisdicción en Cundinamarca– y de la Fuerza de Tarea del Sur, la unidad militar que desarrolla el Plan Patriota.
Pero fue sobre todo su desempeño en Cundinamarca, donde en coordinación con la Policía y los organismos de inteligencia logró desvertebrar a los frentes de las Farc que operaban en la zona, lo que hizo pensar a Uribe que ese era el hombre para poner a la cabeza del Ejército.

Gracias a las operaciones adelantadas por Castellanos en el departamento, fueron abatidos 91 guerrilleros, entre ellos los cabecillas Julián, El Pollo y Cotoplo, y descubiertas 102 caletas de armas. Y también gracias a él y a sus soldados, el 15 de noviembre de 2002 fueron rescatados sanos y salvos el obispo de Zipaquirá y presidente del Celam, monseñor Jorge Enrique Jiménez, y el párroco de Pacho, Cundinamarca, Desiderio Orejuela, secuestrados días antes por la Policarpa Salavarrieta, una columna móvil de las Farc.

"El cristianismo es una forma de vida. Mi creencia es cristocéntrica. Jesús es el centro de mi vida." General Reinaldo Castellanos

En la noche del jueves 14 de noviembre, pocas horas antes de autorizar el desplazamiento de las tropas hacia la zona montañosa de Topaipí, a donde los guerrilleros habían conducido a los religiosos, Castellanos llamó al pastor Carlos Torres, presidente de la Red Nacional de Cristianos de la Fuerza Pública, y le pidió que hiciera una oración especial para que la riesgosa operación de rescate culminara con éxito. Castellanos y sus soldados lograron el objetivo y en la Casa de Nariño elogiaron la limpieza de la operación.

El prestigio que ganó el General por los resultados obtenidos en Cundinamarca, llevó al Gobierno a tomar la decisión de encargarle una tarea de sustancial importancia en el desarrollo de la política de Seguridad Democrática del Gobierno. Fue nombrado comandante de la Fuerza de Tarea del Sur, la nueva unidad militar integrada por Ejército, Armada, Fuerza Aérea y Policía, cuya misión exclusiva era perseguir a las Farc en el sur del país. El experimento fue el embrión del Plan Patriota.

Los resultados de la Fuerza de Tarea del Sur en los primeros meses fueron muy positivos y en el Alto Gobierno empezó a sonar con fuerza el nombre de Castellanos para suceder al general Martín Orlando Carreño en la comandancia del Ejército. Así, en noviembre del año pasado, el entonces ministro de Defensa, Jorge Alberto Uribe, propuso un cambio en la cúpula del Ejército y el presidente Uribe no dudó en el sucesor: el general Reinaldo Castellanos.

La nueva posición, que exigía reforzar su esquema de seguridad, hizo difícil que el General siguiera asistiendo en forma regular a los lugares de oración y por eso su apartamento se convirtió en el refugio privilegiado para la lectura diaria de la Biblia, ejercicio que comparte con su esposa Marta Isabel Granados, cristiana como él.

Y aunque el General no hace proselitismo religioso entre la tropa, con frecuencia encuentra oportunidades para reiterar su fe en el Señor. Por ejemplo, cuando habla por radio en forma simultánea con los comandantes militares de todo el país para monitorear el desarrollo de las operaciones. "Esa comunicación del comandante del Ejército es una tradición en las Fuerzas Militares –le dijo a CAMBIO un coronel de un batallón de contraguerrilla en Antioquia–. Lo interesante es que, a diferencia de los anteriores comandantes, mi general Castellanos utiliza un lenguaje menos recio, menos incisivo. Da las mismas órdenes, las mismas instrucciones que cualquier otro general, pero su tono es distinto y en sus palabras siempre salen a relucir Dios y las enseñanzas que ha recibido de su intensa lectura de la Biblia".

Libertad de cultos

Las creencias cristianas del general Castellanos no jugaron papel alguno en su designación como comandante del Ejército, pero su caso podría ser una muestra de que la libertad de cultos es un hecho real en el país. Al fin y al cabo, es la primera vez que un general no católico llega a la cúpula de la cerrada y conservadora comunidad castrense, en cuyo seno el catolicismo ha sido y es la religión predominante.

Sin embargo, según el pastor Carlos Torres, que en 1980 entró como asesor financiero de las entidades descentralizadas del ministerio de Defensa, el caso del general Castellanos es la excepción y hoy no sólo es reducido el número de cristianos no católicos en las filas de la Fuerza Pública, sino que los pocos que hay encuentran dificultades para desarrollar algunas actividades.

"Cuando un soldado está al borde de la muerte, de quién echa mano. ¿Del diablo? Dios no es un bombero para casos de emergencia. Con él es todo o nada, y yo a eso le juego." General Reinaldo Castellanos

Torres, que se convirtió al cristianismo tras serios problemas familiares y de alcohol, cuenta que cuando decidió predicar la palabra de Dios en el Ministerio allá por los años 80, "era como arar en el desierto". Pero asegura que poco a poco algunos civiles, soldados y suboficiales empezaron a mostrarse receptivos a esas ideas y que, con sus pocos seguidores, se reunía a escondidas en un viejo bus que estaba en reparación en el taller de mecánica de la Fuerza Aérea, en la parte posterior del Ministerio. Un par de biblias y una guitarra lo acompañaban en las reuniones donde cantaban alabanzas al Señor.

En 1991, cuando la nueva Constitución consagró la libertad de cultos, Torres y sus ovejas pensaron que las cosas cambiarían en forma significativa. No fue así y hoy, 14 años después, dice que los cristianos no católicos apenas si han logrado que les presten un salón en el primer piso del Ministerio, para orar cada jueves, y que en forma reiterada les han negado la creación de una capellanía cristiana, y la posibilidad de designar pastores en todas las guarniciones militares y policiales del país. Para justificarla argumentan que en la Fuerza Pública hay más de 4.000 uniformados que se declaran cristianos. Entre ellos, además del general Castellanos, figuran otros altos oficiales, como el almirante Daniel Iriarte, el general Javier Pérez y el coronel Diego Suárez de la FAC.

El cristianismo no católico ha ganado adeptos en la Fuerza Pública y por eso el pastor Torres y los presidentes de la Asociación Cristiana de Ministros del Evangelio, ACME, y la Conferencia Evangélica de Colombia, Cedecol, se reunieron con María del Pilar Hurtado, Secretaria General del Ministerio, para explicarle las razones por las cuales creen que debería abrirse más espacio a creencias religiosas distintas del catolicismo. "Ella nos dijo que estábamos en todo nuestro derecho de pedir una mayor aplicación de la Constitución en lo que se refiere a la libertad de cultos", le dijo Torres a CAMBIO. La pregunta es si en esa materia, ahora que está en la cúpula, el general Castellanos puede hacer por los soldados de Cristo tanto como ha hecho por los soldados del Ejército colombiano.

Qué es la Teoterapia

Según los seguidores de la Asociación Cruzada Cristiana Estudiantil y Profesional de Colombia, la Teoterapia es el tratamiento de Dios para el hombre en sus tres dimensiones –espíritu, alma y cuerpo–. La respuesta de Dios al hombre de manera integral.
El tratamiento comienza cuando el ser humano reconoce su realidad, sus límites, y acepta a Jesucristo como único Señor y salvador.

Otra historia
"Les voy a contar esta historia para que vean lo que ha sido la presencia del Señor delante de nuestras tropas: Una vez le dije a un mayor, comandante de un batallón en el páramo del Sumapaz, que había que creer en el Señor, creer en su palabra. Pero observé que él sí recibió al Señor, pero como sin moral.
Por esos días estábamos por comenzar la Operación David, porque íbamos a recuperar el oriente de Cundinamarca. Teníamos que arrancar desde el páramo, en un trayecto de tres días. Empezó la Operación y el Mayor, con su grupo de seguridad, no se dio cuenta dónde pasó esa noche en pleno páramo.

Imagínense ustedes: durmió en unos frailejones a temperatura bajo cero. Al otro día se levantó y se enredó con un cable. ¿Saben qué había pasado? Amaneció encima de un campo minado. Siete cilindros debajo de él, y se enredó en los cables.
"Yo le dije: ¿Oiga hermano, ¿usted quiere más? ¿O quiere que Dios le demuestre de la que se salvó y salvó a los 25 soldados que durmieron encima de las cantinas con explosivos? ¡Gloria a Dios!".

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